viernes, 28 de diciembre de 2007

PREPARACION PARA EL JUICIO

PREPARACION DE LAS PARTES
PARA EL DESARROLLO DE LAS AUDIENCIAS




Hernando Aníbal García Dueñas


El sistema penal acusatorio fortalece la estructura lógica entre las fuentes de prueba, medios de prueba, actores en controversia -defensa y fiscalía-, y conocimiento del juez para decidir. El defensor o el fiscal tendrán que tratar los casos con alto nivel de conocimiento respecto de los hechos objeto de investigación, lo que será posible en la medida que exista total compenetración con los testigos, ya sean estos de percepción directa o sean de aquellos que se construyen a través de su conocimiento por sus estudios científicos, técnicos o artísticos.

La comunicación y el trabajo en equipo serán las mejores armas de preparación, no sólo de los testigos que se presentarán en las audiencias sino para el fiscal y el defensor en sus estrategias de lograr el cumplimiento de sus metas ante el juez del caso. Más allá de la preparación de testigo se trata es de la preparación del equipo que actuará en el desarrollo del caso, el éxito será la resultante de la empatía de quienes en equipo se preparan.

No será admisible un equipo de excelencia que pretenda llegar a una audiencia a sacar provecho a partir de los equívocos en que pueda incurrir la contraparte. Los buenos resultados en los casos no será cosa de azar sino de la planeación de las acciones a tomar, la responsabilidad y la lealtad para quien encomendó la misión, bien sea defensor o fiscal.

El trabajo en equipo debe entenderse como la cercanía entre varias personas que no sólo tienen un fin común, sino que trabajan en armonía para poder cumplir su propósito, lo cual se logra cuando se esté en capacidad de identificar las circunstancias que acompañan el caso, formular el diagnóstico -saber ante que problema estamos-, presentar los objetivos para la solución su caso -identificar a qué me veo enfrentado, cuál es mi realidad, hasta dónde puedo llegar y cuáles son mis alcances y posibilidades de éxito-, la practica del sistema penal acusatorio nos ha demostrado como un equivoco en la presentación del objetivo puede tener consecuencias lamentables.

Hace unos días un imputado con asistencia de su defensor aceptó cargos por la comisión de un delito que le redujo sustancialmente la pena, lo cual parecía bien pues el propósito de obtener la rebaja de pena se había cumplido; sin embargo, por asesoría de su defensor cuando el acusado acudió ante el juez de conocimiento para obtener la pena se retractó de la aceptación de cargos, esto significó que el caso quedará nuevamente en investigación, cuestión que llevó a la fiscalía a acusar, y en el juzgamiento ser condenado por el máximo de pena. Aquí bien vale preguntarse, qué pasó?. Por qué razón ocurrió esto?. La defensa se equivocó?. Se equivocó el Estado?. Lo cierto es que en lo posible esto tiene que evitarse, si no es posible puede estarse ante un error que permitiría los recursos del caso; pero si es porque la defensa falló en su objetivo y en las estrategias, resulta imperdonable el error, es grave, por esta razón el trabajo en equipo y la planeación del caso debe prever este tipo de situaciones, así disminuir los riesgos por deficiencias en la proyección.

Junto al diagnóstico y los objetivos propuestos está implementar las estrategias, es decir la manera para la consecución de los elementos a través de tareas y el seguimiento para evaluar el cumplimiento de la meta. Esas tareas a cumplir y que se consolidan en las audiencias son dables cuando se trabaja en equipo, los testigos de percepción directa o aquellos que se construyen por sus análisis científicos, técnicos o artísticos y que por regla serán interrogados por su director de equipo o contrainterrogados por la contraparte. El interrogatorio por medio del cual se lleva lo percibido por el testigo al conocimiento del juez, quien obtendrá las razones para decidir con fundamento en los motivos o argumentos presentados. Si el equipo conoce el caso por sus hechos analizados con juicio, en un trabajo efectivo, podrá estarse preparado para responder con seguridad y pleno conocimiento cualquier pregunta que se realice, un buen trabajo equipo permite que ninguna pregunta sea una sorpresa, todas son factibles de tener respuestas lógicas, conocidas y reales.

En su derecho de contradicción la contraparte estará al tanto para identificar los factores objeto de contrainterrogatorio, los cuales fortalecerá con el trabajo que sobre los mismos hechos realizó con su equipo, bien para defender o acusar, según sea, lo cierto es que en la medida de conocer plenamente el caso podrá presentar ante los ojos del juez los hechos que lo convencerán para lograr que su decisión sea congruente con el objetivo propuesto. El trabajo en equipo constituye que cada una de las personas tenga conocimiento y convencimiento de estar efectuando su tarea sin perder de vista que sus acciones están dirigidas al cumplimiento de un mismo fin.

La implantación del sistema acusatorio exige cambios en nuestras formas de actuar, el defensor viene acostumbrado a presentar sus consideraciones por escrito una vez la fiscalía por el mismo medio le ha enterado, ello la razón de los memoriales y las resoluciones, esta forma de trabajo permitía hacer desarrollos intelectuales que en la mayoría de los casos no correspondían a la realidad, aunque muy bien escritos por el tiempo que se tenía para reflexionar tranquilamente; ahora, el novedoso modelo de investigación tiene validez en la medida que se efectúan audiencias, lo que implica cambios en la forma de actuar, este cambio de paradigma obliga a modificar la cultura para abordar la investigación. La defensa no va a estar a la espera de las decisiones de la fiscalía, sino que tendrá que prepararse previamente para en audiencia, en un mismo espacio y en una secuencia coherente de tiempo presentar sus argumentaciones y contra argumentaciones, igual le corresponderá a la fiscalía que ya no podrá resolver en forma omnipotente, sino que estará a la espera de una respuesta por un juez. Esta forma permite cumplir el principio acusatorio que no es otra cosa que quien investiga no resuelve, sino que tiene que acudir ante un juez imparcial que decide de plano con fundamento en lo expuesto por las partes, cada uno en su esfuerzo por alcanzar sus propósitos.

El cambio cultural implica modificar nuestro modo de actuar de un sistema donde prevalece la escritura a otro de marcada tendencia oral y manejo de audiencia, donde aparece una nueva forma de abordar las expectativas, modificar las creencias y los valores; la exigencia de variar la interacción y las relaciones al interior de una organización. Un cambio paradigmático de los comportamientos humanos, características culturales y de valores propios.

Proyectar las acciones a seguir para cada caso, organizar las tareas para cumplir con los objetivos que se proponen, es poder desarrollar los trabajos planeados y organizados, asumiendo quien y como lo está realizando, es poder evaluar los avances en la consecución de las metas para replantear aquello que no se corresponde, incluso organizar nuevas acciones. Al final revisar si lo expuesto en una audiencia ante un juez fue suficiente para cumplir el propósito y generar satisfacción a los interese de las victimas y ofensores.

Las partes deben tener su propia carta de navegación, para la investigación a cargo de la fiscalía se le denomina programa metodológico, para la defensa un plan de trabajo o herramienta útil, pues en el fondo se trata de mecanismos para que los actores en escena, testigos, peritos, defensores o fiscales, puedan cumplir en equipo y obtener el resultado esperado. El trabajo en equipo será posible con la existencia de una excelente comunicación, la comprensión de lo proyectado o propuesto, la retroalimentación, el uso de canales y la disminución de ruidos que modifiquen los objetivos, son elementos para no llegar a equívocos en las estrategias y resultados. La sincronización existente entre fiscales, defensores y sus testigos o medios de prueba permitirá reducir riesgos. La preparación significa paciencia, tiempo suficiente y buena comunicación.

La preparación para las audiencias con una alta dosis de trabajo en equipo y buena comunicación entre sus integrantes, permitirá desarrollar las estrategias para: tener conocimiento del caso desde el inicio de la indagación; mantener relación con las fuentes de información; determinar que testigos llevar a la audiencia, saber para que se quiere y sobre que debe cuestionarse, incluso conocer el comportamiento y declaraciones anteriores para poder rescatarlos cuando se retractan; lograr que los testigos conozcan las razones e importancia de su testimonio; conocer aspectos relacionados con el caso para refutar la contraparte o impugnar otros testigos; organizar los elementos de prueba de acuerdo con los elementos del delito; conocer a profundidad los informes de sus testigos técnicos (cuadros de gráficos, fotos, planos) o los de la contraparte para contrainterrogar. De este modo, proyectar credibilidad en la valoración de la prueba y solides en la construcción de los alegatos de conclusión de acuerdo al conocimiento que pretende lograrse en el juez.


Bogotá D.C., Julio de 2005

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